Cuanto más tiempo paso sin hacer nada en casa, menos sé lo que quiero hacer en la vida, o si en realidad quiero hacer algo... y es que cada vez siento al demonio de la Pereza más cerca de mí.
Cuando me dejé la carrera tenía clarisísimo que me metería a hacer Ilustración a la escuela de Arte y Diseño de Alicante, pero estoy empezando a sentir que, si vuelvo a ir por esa rama, volveré a caer en la desesperación de sentirme, como mucho, mediocre. O que, aun consiguiendo mantenerme el suficiente tiempo como para aprobar los tres cursos, no tendría el nivel suficiente como para poder meterme a trabajar de ello.
Otra que tal, "meterme a trabajar de". Siento que envejezco cada vez que pienso en esa fórmula, antes sólo me preocupaba de lo que quería hacer, ahora en cambio intento buscar un equilibrio entre lo que quiero y lo que debo hacer, lo que necesito para que mi entorno no se vea afectado negativamente por mi decisión.
Hace unos días me descubrí pensando en lo que me gustaba toquetear el pelo de la gente, descubrí que, una vez ya me había acostumbrado, no me importaba tintárselo a mi madre. Y hace un rato me he encontrado buscando el instituto que ofrecía el Grado Medio de Peluquería en Elche.
¿Qué me decís? ¿Me veis de peluquera? ¿Creéis que se aleja mucho de mi idea original?
Como ya he dicho muchas veces, y a mucha gente, quiero retomar la carrera de Bellas Artes algún día, no estoy renunciando a mi vena de artista (mediocre, sí, pero la tengo, al fin y al cabo), simplemente estoy aplazando el momento para dedicarme plenamente a ella.
Lo sé, soy rara e indecisa, es por eso que me gustaría escuchar vuestras opiniones, vuestros puntos de vista.
Hace un par de días...
