Día 1. Llegada a Düsseldorf

Hoy empieza mi aventura por las tierras vikingas, aunque sigo sin aceptarlo del todo.
Esta mañana, sobre las 12, me he montado en el avión dirección Düsseldorf. En todo momento me he sentido rara, pero nada que no pudiese soportar.
El avión ha tardado alrededor de 2 horas en llegar. Por el camino iba a leer con la tablet, pero nos decían por megafonía (por lo que pude entender) que apagásemos todos los aparatos electrónicos. Así que me he puesto a plotear Mitali y he mirado por la ventana siempre que no me tapaban la vista las nubes. Tío, tío, tío, que he visto Mallorca entera en un par de minutos, la forma y todo eso xDD

Salir de el aeropuerto ha sido más costoso de lo que me esperaba, no sabía hacia donde dirigirme y, en un par de ocasiones, la salida por la que pretendía pasar era una salida de emergencia, así que ¡media vuelta y a seguir buscando!

Me han clavado con el taxi, pero yendo yo sola, no me fiaba de coger cualquier bus o tren.
Los alrededores de Düsseldorf son muy bonitos, hay mucho verde. También hay verde en las aceras, crece moho y me resulta to bonico.
No hace tanto frío como pudiéramos imaginar. De hecho, hasta que no he empezado a sacar fotos y tal, aun sentía las manos xD

El hotel es bonito, no la gran maravilla, pero es bonito. Voy a estar aquí dos días, esperemos que también sea cómodo xD

Después de dejar las cosas me he ido a dar una vuelta. Lo primero que he hecho ha sido ir a la estación de tren a por el billete a Lemgo. Me he perdido un poco con la compra, y eso que la máquina tenía opción en castellano, pero creo que lo he conseguido. Y si no, lloraré.

Luego he seguido con mi vueltecica. Las calles aquí son muy silenciosas, apenas se oye los coches al pasar y el pitido de los semáforos.
Otra, los semáforos, qué raros que son. Resulta que tienen el muñeco rojo, el verde, y una luz adicional que es como un rectángulo naranja que se ilumina. He tardado lo suficiente para demostrar que no soy lista y suficientemente poco para demostrar que tampoco soy tan tonta, en descubrir que era como la luz ámbar de los coches: se ilumina justo antes de que cambie.

Cuando creía que a parte del moho en el suelo, Düsseldorf no me ofrecía nada más, he encontrado un sitio requete-bonito. Le he hecho fotos, pero ahora mismo al ordenador no le da la gana leerme el pen, el disco duro o la tarjeta de memoria de la cámara. Así que os quedáis sin verlo (voy a intentar buscar una imagen por internés o algo) [EDIT: Tengo las fotos!].

Se llama Johanneskirche, pero no sé qué es, porque dentro parecía una biblioteca o algo así.

Imaginad cuál ha sido mi alegría cuando después de un buen rato caminando por una avenida recta (para no perderme) veo aparecer eso detrás de un rascacielos ♥
Lo primero que llama la atención es el pico de la torre, el color es precioso y cara a cara luce mucho más que en la foto. El ladrillo rojo también me gusta mucho, por no hablar de los acabados y los ventanales.

Alrededor de ella había varias cosillas chulas. Para empezar, está en frente del palacio de justicia que es rollo portada romana y tal pero to moderna, nada que llame mucho la atención. Pero es que en el jardincito que había delante, hay 3 bloques de estatuas.

En el centro está este caballero orgulloso y su séquito. Me gustó mucho el rollo este del hierro viejuno, verdoso y lleno de mierda. Queda to chachi.

Seguro que era alguien importante, pero yo lo ignoro. 

A la derecha del palacio de justicia estaba este otro señor orgulloso y su putilla encadenada. Si os digo la verdad, no me acerqué mucho a estos porque la putilla me daba miedito. En los ojos se había oxidado a chorretones y parecía que lloraba...

El mejor de los bloques de estatuas es sin duda el que está a la izquierda. No es que sea una maravilla, pero miradlo y decidme si no es oportuno dado el lugar público frente al que está xDD

"¿Justicia? Yo te voy a dar justicia, mequetrefe. Y suelta la espadita si no quieres recibir el doble"

En una de las calles perpendiculares al palacio estaba este edificio. No sé lo que es, ni vi que lo pusiera por ningún sitio. Pero llama la atención bastante por el contraste con los edificios modernos que hay a su lado.

En fin.
Ahora estoy en la habitación del hotel, descansando. Quiero ver si me hago alguna chuleta con frases útiles para no morir inminentemente.